La revolucionaria toxina botulínica ya no solo trata las líneas de expresión en el rostro. Al parecer, ahora también relaja los músculos para evitar el «rechinamiento» y desgaste de los dientes y hasta la migraña que genera el bruxismo.

Aplicaciones en Odontología:
– Sonrisa gingival
– Bruxismo
– Sialorrea
– Asimetría facial
– Elevación de comisuras
– Dolor orofacial
– Arrugas peribucal

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